Lo gélido del desierto cuando anochece / "Hominis, estoy en nosotros".

Capítulo 2
Año 2013



Lo gélido del desierto cuando anochece 


   Ensuciar la tersa blancura de una hoja siempre ha sido un noble pero pequeño acto de valentía. La coyuntura nos vuelve a proponer esta acción como algo pequeño e insignificante, banal y mediocre. Aunque apurado, ansiosamente apurado.  

   Uno tal vez se tienta a pensar en los desiertos, aquellos mortalmente gélidos, que recuerdan a la brillantez blanquecina de la superficie de las hojas, donde azota un embravecido viento que ataja toda letra de salir al ruedo, pero que, cuando logran vencer los avatares del ofuscado ventarrón, salen y caen unas sobre otras, dejando al viento que vuelva a empujarlas y amontonarlas en el umbral de mis manos. Las tomo con firmeza y las dejo caer, como quién toma un puñado de granos de arena y los hace llover sobre una mesa, donde impactan como una lluvia copiosa.    

   Las hojas en blanco que uno guarda al encomendarse a esta inerte tarea, suelen parecerse a los días que se pasan uno tras otro, como las hojas canas que guardo y llevo conmigo, y que repaso una por una de manera convulsiva. De igual forma, pasan los días. Día tras día, tras día, tras día y tan vacíos. Tan abyectos. Estos se han vuelto, sin darme cuenta, semanas y estás vueltas meses y estos, vueltos años interminables.    Cada una de estas hojas caerá muerta y se enterrará en los suelos, como si el día que cada una representa, cayera bajo un crepúsculo otoñal de señorío babilónico.     

   Cada hoja, hermana mía, filosa en los bordes, corta el aire como si rebanara una garganta, como si se enterrara en ella y se retorciera con saña hasta decapitar.     

   Cada hoja en blanco es la respuesta a mis cumplidos, a la gentileza desenfadada para con mis aprecios. Cada hoja le habla a la brisa, con un hilo ronco de voz. Cada una de estas hojas muertas es tu abrazo, tus ojos, tu risa y tu desprecio. Tu indiferencia divina.    

   En fin. Las hojas en blanco esperan que vos las escribas, porque dejarlas vacías es, sin duda alguna, olvidarte.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Vestir el pañuelo verde / "Hominis, estoy en nosotros".

Me queda un puto culo de whisky / "Hominis, estoy en nosotros".

Relato vencido - La perla blanca / "Hominis, estoy en nosotros".